Periodista y escritor español
Artículos publicados en prensa.
Recién nacida tiraron la niña a la mar. Es la costumbre en el barrio Pesquero de Alcandora, arrojar a las criaturas apenas afloradas del vientre materno a la dársena del Cuadro. El tiempo pasaba lentamente como en un parsimonioso reloj de arena: uno, dos, tres, cuatro minutos, la angustia cundió entre los espectadores de la enraizada liturgia de iniciación marinera. La niña no salía, algunos hombres ya dispuestos a zambullirse. Puri, la madre del bebé, estrujó el brazo de su marido pasado el tiempo que ella presumía más que prudencial. Al cabo, la pequeñina afloró a la superficie como repelida, propulsada. La niña quedó flotando con los ojos bien abiertos y una sonrisa que dejaba al descubierto sus encías sonrosadas. Corrió la voz por el barrio: “la ‘Nenuca’ de la Puri estuvo sumergida en la mar más de cuatro minutos y salió viva”. Sentado en el noray frente a la estatua del pescador, Chigüi cuenta sus historias a quien quiera escucharlas. Chigüi lleva un aro colgado del lóbulo de la oreja izquierda. Él acentúa con voz áspera, reseca como los arbustos secos de esparto, que el aro se gana después de haber doblado el cabo de Hornos, que lo demás son pijerías. —“Hay que tenerlos bien puestos para aguantar vientos huracanados, olas de veinte metros, lluvias, nieve, escollos…, antes lo llamaban el cabo de las Tormentas con eso está todo dicho”. Lee también reseña de Alcandora, sus gentes e historias, por Alberto Hernández. El barrio Pesquero de Alcandora es muy distinto a otros barrios pesqueros por sus nispoleros espesados de nísperos como pecas de color amarillo. Es, por así decir, un islote de casas entretejidas con tendales de cuerdas atadas de unas ventanas a otras como a modo de tela de araña. Ahí, en los cordeles, se tienden a secar las ropas sin disimulo: sábanas, pantalones, faldas, calzoncillos, bragas, ropa de faena, manteles y así…, no hay, pues, secretos. Todos se conocen, conforman una familia que comparte el cuidado de los críos, las angustias de los retrasos en la llegada de los barcos a puerto, los precios de la subasta diaria, tejer y remendar las redes de pesca.
Para Letralia, revista creada para respaldar la obra de los escritores de habla hispana, escribir es un arte, pero también es un oficio y una profesión. El poder de llevar la creatividad al nivel de una obra maestra encaja en la primera definición; el manejo apropiado de herramientas en la segunda; corresponde a cierto carácter de escritores intentar que la tercera se desarrolle en un esquema que no interrumpa al arte ni al oficio. En su edición del 4 de julio, Letralia ha dedicado un artículo al libro 'Alcandora, sus gentes e historias'.
El escritor y periodista Ricardo Alba Santamaría publica su primer libro, un conjunto de relatos ambientados en Alcandora
«Si Santiago Segura estrenaba su película con la pandemia, yo también»
Ricardo Alba invita a descubrir Alcandora a través de 30 relatos
RICARDO ALBA | Escritor, presenta “Las ovejas duermen en familia”
Ricardo Alba reúne en ‘Las ovejas duermen en familia’ crónicas de vidas “tan normales y a la vez tan desconocidas” como las que pueden estar “a la vuelta de la esquina”
Juanjo del Arco y Pepe Céspedes han tenido la amabilidad de prestarme unos minutos de su programa.
Mire usted y mire yo si acaso no llevamos inoculado el anestésico previo a la picadura garrapatera.
Afincado desde hace años en Mojácar, acaba de lanzar el libro ‘Las ovejas duermen en familia. Relatos de Alcandora’ en la editorial Hebras de tinta.
En Salamanca ya están averiguando por qué "Las ovejas duermen en familia" ¿a qué esperas para saberlo tú también?
¿Qué tienen en común el poeta Federico García Lorca, una bailarina rusa venida a menos, dos pastores almerienses y un soldado destinado a Afganistán? Todos ellos residen en ALcandora, un lugar lleno de vida, muerte, éxito y decadencia, entre otras muchas situaciones indescriptibles.
“Los españoles no somos conscientes del patrimonio arqueológico que tenemos. Cualquier país con la mitad de arqueología que nosotros tendría una red de yacimientos puestos en valor, investigaciones, publicaciones, que nosotros sencillamente despreciamos. La quinta esencia de esto puede ser Almería: un patrimonio arqueológico espectacular y, bueno, pues si sacarle el partido que tiene”
El paso del siglo XX al XXI, con su crisis absoluta de ideales, no se entiende sin Houebellecq, que sigue la tradición de los grandes escritores franceses que, apuntalándose en la filosofía, se convierten en los notarios de la decadencia de antiguos esplendores.
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Ricardo Alba Santamaría
periodista y escritor español