Que los supermercados se conviertan en los nuevos templos del amor puede ser, pero que la piña no sustituya a la palabra, por favor.
Porque, en las últimas semanas, se ha puesto de moda ir a ligar a esta cadena de supermercados. Para ello, los usuarios han desarrollado un código secreto a base de los productos tradicionales de la compra que dan pistas a otros compradores de quien está interesado en jugar a este juego.
El producto estrella ha sido la piña, que, colocada al revés —este dato es muy importante—, da a entender que estás abierto a un encuentro amoroso. Si a la piña le sumas algún alimento precocinado, querrá decir que quieres una relación sin muchas ataduras, pero, por el contrario, si coges unas lentejas, la cosa cambia y mucho: eso significa que estás buscando algo serio. Y si pones un melón, estás buscando pasar por el altar.
El origen de este fenómeno se remonta al programa First Days, donde una concursante confiesa que va a Mercadona entre las siete y las ocho de la tarde para ver si encuentra solteros. Posteriormente a esta declaración, dos usuarias en TikTok comparten un vídeo hablando sobre este tema y es este vídeo el que se convierte en un fenómeno viral. Un fenómeno que parecía que iba a durar dos días, pero que sigue ganando adeptos.
Si uno se acerca a este establecimiento entre las siete y las ocho, puede observar que es una realidad. Para empezar, las piñas, protagonistas de esta situación, desaparecen de los lineales o son custodiadas por los agentes de seguridad que asisten perplejos a este fenómeno, mientras el local está tomado por grupos de jóvenes que pasean por los pasillos en busca del amor o de vivir la experiencia. Porque ya lo mismo da ir a un local de moda o al Mercadona. Lo importante es sentirse parte de esta experiencia comunitaria.
Sentirse parte de algo más grande que ellos mismos. Donde lo físico se entrelaza con el mundo digital y lo digital cobra vida en el mundo real. Eso que los publicitarios llamamos el phydigital y que las personas hacen de forma natural.
Pero, más allá del fenómeno, y de la hilaridad que le puede causar a los adultos que asisten incrédulos a esta nueva manera de ligar, nos tenemos que preguntar por qué está ocurriendo esto. ¿Por qué los jóvenes han optado por ligar en el Mercadona y no recurrir, por ejemplo, a una app de citas online, tan de moda entre el target un poco más adulto?
Desde el año 2022, las búsquedas en Google Trends de apps de citas acusan una tendencia descendente, sobre todo entre los jóvenes, que parecen que prefieren volver al contacto físico. Parte de esta situación ocurre porque las apps de citas prometen relaciones funcionales, sencillas y rápidas, pero esto no siempre es verdad. Hay mucho engaño, perfiles falsos, gente que miente y una generación que no puede con la incertidumbre esta manera de ligar, no les ayuda.
Pero ¿por qué el Mercadona es una opción mejor? Porque, aunque hay esa necesidad de volver al contacto físico, donde evitas el engaño y el desengaño, la verdad es que los jóvenes no saben cómo interactuar en la vida real. Les cuesta expresarse, improvisar, tomar riesgos, atreverse.
Quien tenga un adolescente cerca habrá observado que prefieren enviarse audios de wásap interminables antes que llamarse por teléfono. Pero el wásap tiene una ventaja, se puede borrar, editar; y la llamada en directo no. Y es que equivocarse les aterra, porque no están acostumbrados a errar. No hay más que mirar los nuevos exámenes, donde en muchos casos puedes repetir las preguntas varias veces hasta dar con la respuesta adecuada.
Las citas en el Mercadona se han convertido en la fórmula perfecta. Hay interacción real, pero viene con un manual de instrucciones muy detallado, que limita la posibilidad de fracasar. Cuando uno entra en un bar y se acerca a otra persona con intención de ligar, no sabes cómo va a acabar. Puede ser que tengas éxito o, todo lo contrario, que te manden a paseo, el fracaso. Pero con Mercadona no hay fracaso en primera instancia, y la incertidumbre se torna en certidumbre.
Si ves a alguien con una piña boca abajo ya sabes que la otra persona está buscando tema. Si chocas tu carrito con el suyo, ya tienes la confirmación de que los dos estáis de acuerdo con que pase algo, y todo ello sin tener que cruzar una sola palabra. Se dice que esta generación está perdiendo la capacidad de escribir por el abuso de pantallas al que se ven sometidos, pero están también perdiendo la capacidad de hablar, de comunicarse con otro ser humano, y sin la palabra, los seres humanos no somos nada.